sábado, 28 de febrero de 2009

Reddemusicacatolica.com - Todos los MP3s disponibles

Reddemusicacatolica.com - Todos los MP3s disponibles

ACI Prensa

ACI Prensa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Por la vía de la cruz. - Ciudad Redonda

Por la vía de la cruz. - Ciudad Redonda

Del Gólgota a la vida - Ciudad Redonda

Del Gólgota a la vida - Ciudad Redonda

5. Jesus: Santa Cuaresma - Ciudad Redonda

5. Jesus: Santa Cuaresma - Ciudad Redonda

6. Santa Teresa de Ávila - Ciudad Redonda

6. Santa Teresa de Ávila - Ciudad Redonda

8. Juan Pablo II: Darse a si mismo - Ciudad Redonda

8. Juan Pablo II: Darse a si mismo - Ciudad Redonda

17. Oración de la paz. San Francisco de Asís - Ciudad Redonda

17. Oración de la paz. San Francisco de Asís - Ciudad Redonda

3. Madre Teresa: Morir y resucitar - Ciudad Redonda

3. Madre Teresa: Morir y resucitar - Ciudad Redonda

40 días para renacer - Ciudad Redonda

40 días para renacer - Ciudad Redonda

CUARESMA 2009: Entrar en el desierto - Ciudad Redonda

CUARESMA 2009: Entrar en el desierto - Ciudad Redonda

Domingo 1º de Cuaresma - Ciclo B (1 - Marzo - 2009) - Radio Palabra

Domingo 1º de Cuaresma - Ciclo B (1 - Marzo - 2009) - Radio Palabra

Viernes después de Ceniza (27 - Febrero - 2009) - Radio Palabra

Viernes después de Ceniza (27 - Febrero - 2009) - Radio Palabra

Homilia lecturas y comentario al evangelio del Sábado, 28 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio del Sábado, 28 de Febrero del 2009

miércoles, 25 de febrero de 2009

lunes, 23 de febrero de 2009

Principales puntos de los sermones de Taulero

Principales puntos de los sermones de Taulero

Principales puntos de los sermones de Taulero

Principales puntos de los sermones de Taulero

Biblioteca Electrónica Cristiana - BEC - Biblioteca Católica

Biblioteca Electrónica Cristiana - BEC - Biblioteca Católica

Vida de San Pablo

Vida de San Pablo

EVANGELIO DEL DIA

EVANGELIO DEL DIA

Homilia lecturas y comentario al evangelio Lunes, 23 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Lunes, 23 de Febrero del 2009

La oración de cada día

La oración de cada día

sábado, 14 de febrero de 2009

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

LA PÁGINA DE JAVIER LEOZ

LA PÁGINA DE JAVIER LEOZ

Comentario a las lecturas de la Misa

Comentario a las lecturas de la Misa

Catholic.net - Santoral de hoy

Catholic.net - Santoral de hoy

Para pensar - Ciudad Redonda

Para pensar - Ciudad Redonda

Homilia lecturas y comentario al evangelio Sábado, 14 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Sábado, 14 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Sábado, 14 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Sábado, 14 de Febrero del 2009

sábado, 7 de febrero de 2009

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

Estéreo Católica - La mejor música Católica en linea, Musica religiosa

La practica evangelizadora de Jesús. - Ciudad Redonda

La practica evangelizadora de Jesús. - Ciudad Redonda

Ciudad Redonda - La Palabra en Imágenes

Ciudad Redonda - La Palabra en Imágenes

Sábado de la cuarta semana T.O. (7 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Sábado de la cuarta semana T.O. (7 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Domingo de la quinta semana T.O. B (8 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Domingo de la quinta semana T.O. B (8 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Homilia lecturas y comentario al evangelio Domingo, 08 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Domingo, 08 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Domingo, 08 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Domingo, 08 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Sábado, 07 de Febrero del 2009

Homilia lecturas y comentario al evangelio Sábado, 07 de Febrero del 2009

Nuestra Señora de Lourdes

Nuestra Señora de Lourdes

viernes, 6 de febrero de 2009

tengo.sed.de.Ti

tengo.sed.de.Ti

Carmelo Descalzo

Carmelo Descalzo

Ser uno con Dios, Edith Stein, - Radio Palabra

Ser uno con Dios, Edith Stein, - Radio Palabra

Encuentro con Jesús, Karl Rahner - Radio Palabra

Encuentro con Jesús, Karl Rahner - Radio Palabra

HIMNO A LA MATERIA, Pierre TEILHARD DE CHARDIN - Radio Palabra

HIMNO A LA MATERIA, Pierre TEILHARD DE CHARDIN - Radio Palabra

El miedo es la raíz de todas las guerras, Thomas MERTON - Radio Palabra

El miedo es la raíz de todas las guerras, Thomas MERTON - Radio Palabra

Sobre la verdad, GANDHI - Radio Palabra

Sobre la verdad, GANDHI - Radio Palabra

La union con Jesucristo - Dietrich BONHOEFFER - Radio Palabra

La union con Jesucristo - Dietrich BONHOEFFER - Radio Palabra

Sobre la amistad - Aristóteles - Radio Palabra

Sobre la amistad - Aristóteles - Radio Palabra

La Confianza - Ladislaus BOROS - Radio Palabra

La Confianza - Ladislaus BOROS - Radio Palabra

Albert Camus - Sísifo - Radio Palabra

Albert Camus - Sísifo - Radio Palabra

Domingo de la quinta semana T.O. B (8 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Domingo de la quinta semana T.O. B (8 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Viernes de la cuarta semana T.O. (6 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Viernes de la cuarta semana T.O. (6 - febrero - 2009) - Radio Palabra

martes, 3 de febrero de 2009

Viernes de la cuarta semana T.O. (6 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Viernes de la cuarta semana T.O. (6 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Miércoles de la tercera semana T.O. (28 - enero - 2009) - Radio Palabra

Miércoles de la tercera semana T.O. (28 - enero - 2009) - Radio Palabra

Viernes de la tercera semana T.O. (30 - enero - 2009) - Radio Palabra

Viernes de la tercera semana T.O. (30 - enero - 2009) - Radio Palabra

Sábado de la tercera semana T.O. (31 - enero - 2009) - Radio Palabra

Sábado de la tercera semana T.O. (31 - enero - 2009) - Radio Palabra

Domingo de la cuarta semana T.O. B (1 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Domingo de la cuarta semana T.O. B (1 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Jueves de la cuarta semana T.O. (5 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Jueves de la cuarta semana T.O. (5 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Martes de la cuarta semana T.O. (3 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Martes de la cuarta semana T.O. (3 - febrero - 2009) - Radio Palabra

Homilia lecturas y comentario al evangelio

Homilia lecturas y comentario al evangelio

Homilia lecturas y comentario al evangelio

Homilia lecturas y comentario al evangelio

domingo, 1 de febrero de 2009

Dios te ama

Dios te ama

Índice de reflexiones de Web Católico de Javier

Índice de reflexiones de Web Católico de Javier

El Rosario, con los Misterios comentados e ilustrados

El Rosario, con los Misterios comentados e ilustrados

Indice de Reflexiones

Indice de Reflexiones

Palabra Diaria - Radio Palabra

Palabra Diaria - Radio Palabra

HABLA

HABLA

CARTAS PASTORALES

CARTAS PASTORALES

¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad


Santa Brígida ,   Nuestra Actitud frente a la Biblia
Deuteronomio 18,15-20.
El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo; lo hará surgir de entre ustedes, de entre tus hermanos, y es a él a quien escucharán.
Esto es precisamente lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: "No quiero seguir escuchando la voz del Señor, mi Dios, ni miraré más este gran fuego, porque de lo contrario moriré".
Entonces el Señor me dijo: "Lo que acaban de decir está muy bien.
Por eso, suscitaré entre sus hermanos un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le ordene.
Al que no escuche mis palabras, las que este profeta pronuncie en mi Nombre, yo mismo le pediré cuenta.
Y si un profeta se atreve a pronunciar en mi Nombre una palabra que yo no le he ordenado decir, o si habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá".
Salmo 95(94),1-2.6-7.7-9.
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva!
¡Lleguemos hasta él dándole gracias, aclamemos con música al Señor!
¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
"No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto,
cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras.
Carta I de San Pablo a los Corintios 7,32-35.
Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes. El que no tiene mujer se preocupa de las cosas del Señor, buscando cómo agradar al Señor.
En cambio, el que tiene mujer se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su mujer,
y así su corazón está dividido. También la mujer soltera, lo mismo que la virgen, se preocupa de las cosas del Señor, tratando de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. La mujer casada, en cambio, se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su marido.
Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un obstáculo, sino para que ustedes hagan lo que es más conveniente y se entreguen totalmente al Señor.
Evangelio según San Marcos 1,21-28.
Entraron en Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar.
Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar:
"¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!".
Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea. 


San Jerónimo (347-420), presbítero, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia
Comentario al evangelio de Marcos, 2; PLS 2, 125s


«Este enseñar con autoridad es nuevo»

     «El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.» Es esta la manera de expresar su dolor: retorcerlo. El demonio, puesto que no había podido alterar el alma del hombre, ejerció su violencia sobre su cuerpo. Estas manifestaciones físicas eran, por otra parte, el único medio que tenía para dar a entender que iba a salir de aquel hombre. Al manifestar su presencia el espíritu puro, el impuro no puede hacer más que retirarse...
     «Todos se preguntaron estupefactos: '¿Qué es esto?'». Fijémonos en los Hechos de los Apóstoles y en los signos que dieron los primeros profetas. ¿Qué dicen los magos del Faraón al ver los prodigios que hacía Moisés? «Es el dedo de Dios» (Ex 8,15). A pesar de ser Moisés quien los lleva a cabo, reconocen que hay un poder mayor. Más tarde los apóstoles obraron otros prodigios: «¡En el nombre de Jesús, levántate y camina!» (Hch 3,6); «Y Pablo, en el nombre de Jesucristo, ordenó al espíritu salir de aquella mujer» (Hch 16,18). Siempre se recurre al nombre de Jesús. Pero  aquí ¿qué es lo que él mismo dice? «Sal de él» sin precisar más. Es en su propio nombre que ordena al espíritu de salir. «Todos preguntaron estupefactos: '¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo». La expulsión del demonio no era en sí mismo nada nuevo: los exorcistas de los hebreos lo hacían corrientemente. Pero ¿qué dice Jesús? ¿Cuál es esta enseñanza nueva? ¿Dónde está la novedad? La novedad reside en que Jesús manda a los espíritus impuros con autoridad propia. No cita a nadie: él mismo da la orden; no habla en nombre de otro sino en nombre de su propia autoridad.


Nuestra actitud frente a la Biblia

1.- Veneración por la Escritura
“La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el Pan de vida que ofrece la mesa de la Palabra de Dios” ( Constitución dogmática sobre la Divina Revelación, n° 21). Es preciso que la predicación y la enseñanza de la religión cristiana estén regidas por la Escritura.
Recordemos el fervor con que leían y estudiaban las Escrituras Sagradas los primeros cristianos. San Pablo disponía para los cristianos de Corinto: “Cada vez que os reunís, cada cual trae un salmo, trae una enseñanza, trae una revelación, trae la lengua, trae interpretación: hágase todo para edificación” ( I Cor. 14,26). Vale decir, que los primeros cristianos de la ciudad de Corinto cuando se reunían para las asambleas litúrgicas, no podían venir sin una preparación debida. Cada uno debía preparar en su cas un pasaje de la Sagrada Escritura (desde luego del Antiguo Testamento, por que el Nuevo aún no estaba escrito) y relacionarlo con la Persona de Jesús. Los pasajes así preparados debían presentarse en la Asamblea de los cristianos para que sirvieran de alimento espiritual de todos, construyendo así activamente el Cuerpo Místico de Cristo.
2.- Acceso a las Sagradas Escrituras.
“Los fieles han de tener fácil acceso a las Sagradas Escrituras”  (Constitución dogmática sobre la divina Revelación n° 22). Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que en el mundo entero no hay un libro más difundido que la Biblia. Nosotros no hacemos sino agregar nuestro granito de esfuerzo voluntarioso en esa difusión.
Así como la difusión, así corre pareja la amplitud de traducciones. Ningún libro ha sido traducido a tantos idiomas como la Sagrada Escritura.
Sin embargo, ¿ha llegado a todos? Queda muchísimo que hacer en este sentido. Y si es cierto que ha llegado a muchas manos, queda aún otra forma de “acceso”: los que la tienen, ¿la leen, la estudian, como Pablo exigía a los primeros cristianos que la estudiasen? Es necesario ir a la fuente para beber de ella directamente las verdades de nuestra fe.
Pero, como el mismo San Pedro dice de las cartas de San Pablo, podemos nosotros decirlo de toda la Escritura Sagrada: “Hay en ella ciertas cosas difíciles de entender”, por eso  son necesarios los comentarios. Esa la razón de nuestro esfuerzo por hacer una edición harto enriquecida, con comentarios para la vida práctica del cristiano.
Recordemos duras palabras que dijera ya el Papa Pío XI al referirse a la ignorancia reinante entre los católicos acerca de la Biblia: “El primer enemigo de la Iglesia no son sus adversarios abiertos, sino es la ignorancia religiosa de los católicos.”
3.-  Lectura asidua de la Escritura
“El Santo Sínodo recomienda con suma insistencia a todos los fieles, en especial a los religiosos, la lectura asidua de la Escritura para que adquieran la ciencia suprema de Jesucristo ( Filip. 3,8 ), “pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo” (idem, 25).
Es corresponder al deseo ya expresado por Benedicto XV que invita a “que todos los hijos de la Iglesia se dejen penetrar y fortalecer por la dulzura de las Sagradas Escrituras, a fin de llegar a un conocimiento perfecto de Jesucristo” (El Espíritu Consolador, 1920).
Hoy día en que la celebración litúrgica nos invita a escuchar más que a leer nosotros mismos la Palabra de Dios, se hace cada vez más urgente conocerla antes y mejor. Con sólo oír su proclamación poco nos aprovechará si no estamos habituados al lenguaje bíblico y no tenemos sorteados una serie de escollos para su aprovechamiento.
Por otra parte, no basta el esfuerzo puramente humano. Es necesario unir la oración a la lectura. El mensaje de Dios sigue vivo también hoy día para nosotros. Pero, será necesario tener muy vivo el propio espíritu por la oración si queremos tener la fina percepción necesaria para captar el mensaje de Dios para nosotros.  “Recuerden que a la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre, pues  <<  a Dios hablamos cuándo oramos sus palabras >>  (Constitución dogmática, n°25).
Siendo así más conocida y venerada la Palabra de Dios, dará esperanza cierta de nuevo impulso para la vida espiritual de la Iglesia.


oremos


Señor Dios todopoderoso, que de entre tus fieles elegiste a Santa Brígida para que manifestara a sus hermanos el camino que conduce a ti, concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir à Jesucristo, nuestro maestro, para que logremos así alcanzar un día, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

San Juan Bosco

Presbítero,(1815-1888)
Es el santo de la juventud. El santo de los obreros, el santo de la alegría, el santo de María Auxiliadora y el santo de muchas cosas más. El verano de 1815 nacía en Becchi-Piamonte (Italia) de padres humildes pero muy buenos cristianos. Desde muy niño hubo de trabajar duro al lado de su santa madre, la mamá Margarita, para sacar la casa adelante. De su santa madre recibió una profunda educación cristiana y un gran amor a la Virgen María junto con un gran respeto hacia los sacerdotes. Ambas cosas quedaron profundamente impresas en su alma.-
Ya desde niño demostró estar en posesión de cualidades nada comunes en todos los sentidos: Era simpático, agudo, inteligente, trabajador y muy mañoso con cuanto se proponía. Desde niño y después de joven, pero sobre todo de sacerdote, trabajará tanto que parece casi imposible cómo en sólo 72 años de vida pudo realizar tantas y tan importantes obras. Alguien ha dicho que trabajó él solo más que diez hombres juntos de no cortas cualidades.-
Cuando llegaba a Castelnuovo, Asti o Murialdo y algún titiritero atraía a pequeños y grandes durante el tiempo de la Misa o del Rosario, se presentaba él y decía: "Yo lo hago esto sin haceros pagar, tan bien o mejor que él pero con una condición: Que vengáis después todos conmigo a la Iglesia"... Lo hacía y arrastraba a los espectadores a tornar parte en cuanto en el templo se hacía. Así iba llenando la iglesia de fieles a la vez que limpiaba el pueblo de personas poco recomendables...
Ya dijimos que mamá Margarita admiraba a los sacerdotes. El los veía demasiado arrogantes y lejanos del pueblo, sobre todo de los niños y decía: "Si yo llego a ser sacerdote, como espero, jugaré con los niños y los querré, les haré cantar y con alegría a todos querré salvar"...
Cuando vistió el hábito clerical le amonestó aquella santa mujer que fue su madre: "Puedes imaginarte, hijo mío, la gran alegría que embarga mi corazón, pero, por favor, no deshonres nunca este hábito. Sería mejor que lo abandonaras. Cuando viniste al mundo te consagré por entero a la Virgen María; cuando comenzaste los estudios te recomendé la tierna devoción hacia Ella; ahora te encarezco que sea todo de Ella... Si llegas a ser sacerdote, recomienda y propaga siempre su devoción... "
Tenía muchos sueños y todos ellos muy "famosos y se cumplían". Se ordenó sacerdote el 1841 y desde entonces no paró hasta dar cobijo y digna educación a tantos niños que veía abandonados por las calles. El rezo de un Ave María hizo el milagro y fue el primer eslabón de esta maravillosa cadena de sus ORATORIOS. Centenares, millares de niños abandonados encontraron calor, educación, comida, vestido y cobijo cariñoso como en su propia casa.-
Mamá Margarita y su hijo se desvivían por ayudar a aquellos rapaces que el día de mañana serían buenos padres cristianos.-
Dos eran las armas de que se servía, sobre todo, D. Bosco, para formarles: La eucaristía y la penitencia. Estos dos sacramentos obraban maravillas en aquellos jóvenes... Hasta le creyeron un poco mal de la cabeza por los "sueños" que llenaban su corazón y su mente en favor de los abandonados... Obraba milagros, pero siempre era Ella, la VIRGEN AUXILIADORA, quien los hacía, decía él. "No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado"... "Cada ladrillo de esta iglesia - se refería a la gran Basílica que en su obsequio empezó el 1863 - es una gracia de la Virgen María"...
Para continuar su OBRA el 1857 fundó los Salesianos y poco después las Hijas de María Auxiliadora. Ellos llevan su espíritu. Antes de que le llegue su preciosa muerte a pequeños y grandes durante el tiempo de la Misa o del Rosario, se presentaba él y decía: "Yo lo hago esto sin haceros pagar, tan bien o mejor que él pero con una condición: Que vengáis después todos conmigo a la Iglesia"... Lo hacía y arrastraba a los espectadores a tornar parte en cuanto en el templo se hacía. Así iba llenando la iglesia de fieles a la vez que limpiaba el pueblo de personas poco recomendables...

oremos

Señor Dios nuestro, que has dado a la Iglesia, en el prebístero San Juan Bosco, un padre y un maestro de la juventud, concédenos que, movidos por un amor semejante al suyo, nos entreguemos tu servicio, trabajando para la salvación de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
San Juan Bosco
Carta a los Hebreos 11,1-2.8-19.
Ahora bien, la fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven.
Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación.
Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba.
Por la fe, vivió como extranjero en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo mismo que Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa.
Porque Abraham esperaba aquella ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
También por la fe, Sara recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía.
Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla del mar.
Todos ellos murieron en la fe, sin alcanzar el cumplimiento de las promesas: las vieron y las saludaron de lejos, reconociendo que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
Los que hablan así demuestran claramente que buscan una patria;
y si hubieran pensado en aquella de la que habían salido, habrían tenido oportunidad de regresar.
Pero aspiraban a una patria mejor, nada menos que la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de llamarse "su Dios" y, de hecho, les ha preparado una Ciudad.
Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas,
a aquel de quien se había anunciado: De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre.
Y lo ofreció, porque pensaba que Dios tenía poder, aun para resucitar a los muertos. Por eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo.
Lucas 1,69-70.71-72.73-75.
y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor,
como lo había anunciado mucho tiempo antes por boca de sus santos profetas,
para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian.
Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza,
del juramento que hizo a nuestro padre Abraham
de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos,
lo sirvamos en santidad y justicia bajo su mirada, durante toda nuestra vida.
Evangelio según San Marcos 4,35-41.
Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla".
Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya.
Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.
Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal.
Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma.
Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?".
Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia
Sermón 63


El viento cesó y vino una gran calma

     Tu corazón esta sacudido por las olas; el ultraje ha suscitado en ti el deseo de venganza. Y ya está: te has vengado..., y has naufragado. ¿Por qué? Porque Cristo se durmió en ti, es decir, tú te has olvidado de Cristo. Despierta, pues, a Cristo, acuérdate de Cristo, que Cristo se despierte en ti... ¿Te has olvidado de la palabra que dijo estando en la cruz: «Padre, perdónalos porque no saben lo que se hacen»? (Lc 23,34). El que se durmió en tu corazón rechazó vengarse.
     Despierta, acuérdate de Él. Su recuerdo es su palabra, es su mandamiento. Y cuando habrás desvelado a Cristo en ti, te dirás a ti mismo: «¿Qué clase de hombre soy yo para quererme vengar?... El que ha dicho: 'Dad y recibiréis; perdonad y seréis perdonados' (Lc 6,37) no me acogerá si me vengo. Así es que, reprimiré mi cólera, y mi corazón hallará el descanso». Cristo mandó al mar y el mar se calmó... Despierta a Cristo, deja que te hable. «¿Quién es este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!» ¿Quién es este que hasta el mar le obedece? «Suyo es el mar porque él lo hizo» (Sl 94,5); «todo ha sido creado por él» (Jn 1,3). Será mejor que imites a los vientos y al mar: obedece a tu Creador. El mar escucha la orden de Cristo ¿y tu serás sordo? El mar obedece, el viento se calma, y ¿tú seguirás soplando?... Habla, actúa, urde maquinaciones, ¿no es esto soplar y rechazar calmarte al mandato de Cristo? Cuando tu corazón está turbado, no dejes que las olas te sumerjan.
     Y si, sin embargo, el viento nos derriba –porque no somos más que hombres- y excita las pasiones malas de nuestro corazón, no nos desesperemos. Desvelemos a Cristo, para poder seguir nuestro viaje sobre un mar calmado y llegar a la patria.
Carta a los Hebreos 10,32-39.
Recuerden los primeros tiempos: apenas habían sido iluminados y ya tuvieron que soportar un rudo y doloroso combate,
unas veces expuestos públicamente a injurias y atropellos, y otras, solidarizándose con los que eran tratados de esa manera.
Ustedes compartieron entonces los sufrimientos de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que tenían una riqueza mejor y permanente.
No pierdan entonces la confianza, a la que está reservada una gran recompensa.
Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa.
Porque todavía falta un poco, muy poco tiempo, y el que debe venir vendrá sin tardar.
El justo vivirá por la fe, pero si se vuelve atrás, dejaré de amarlo.
Nosotros no somos de los que se vuelven atrás para su perdición, sino que vivimos en la fe para preservar nuestra alma.
Salmo 37(36),3-4.5-6.23-24.39-40.
Confía en el Señor y practica el bien; habita en la tierra y vive tranquilo:
que el Señor sea tu único deleite, y él colmará los deseos de tu corazón.
Encomienda tu suerte al Señor, confía en él, y él hará su obra;
hará brillar tu justicia como el sol y tu derecho, como la luz del mediodía.
El Señor asegura los pasos del hombre en cuyo camino se complace:
aunque caiga no quedará postrado, porque el Señor lo lleva de la mano.
La salvación de los justos viene del Señor, él es su refugio en el momento del peligro;
el Señor los ayuda y los libera, los salva porque confiaron en él.
Evangelio según San Marcos 4,26-34.
Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra:
sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga.
Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha".
También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo?
Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra,
pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra".
Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.
No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.


«¿Con qué podemos compara el Reino de Dios?»

     No tengáis en absoluto deseo de parecer superior ni el maestro. Yo no soy del mismo parecer de una persona que me decía, hace unos días, que para ejercer y mantener bien su autoridad era necesario que se notara que es el superior. ¡Oh, Dios mío! Nuestro Señor Jesucristo nunca habló así; nos enseña todo lo contrario tanto de palabra como con el ejemplo, diciéndonos que él mismo vino no para servir sino para servir a los demás, y que el que quiera ser el primero debe ser el servidor de todos (Mc 10, 44-45)...
     Para ello, daos a Dios para hablar con el espíritu humilde de Jesucristo, confesando que vuestra doctrina no es vuestra, ni viene de vosotros, sino del Evangelio. Sobre todo imitad la simplicidad de las palabras y de las comparaciones que usa nuestro Señor en la Escritura Santa, hablando al pueblo. ¡Ay, cuántas son las maravillas que él podía enseñar al pueblo! ¡Cuántos secretos no hubiera podido descubrir de la Divinidad y de sus admirables perfecciones, él que era la Sabiduría eterna del Padre! Y sin embargo, ved cómo habla de manera inteligible, y cómo se sirve de comparaciones familiares, ya sea de un labrador, de un viñador, de un campo, de una viña, de un grano de mostaza. Es así como debéis hablar si queréis haceros entender del pueblo, que es a quien anunciáis la palabra de Dios.
     Hay todavía otra cosa a la que debéis poner particular atención, y es que os fijéis totalmente y actuéis según la conducta del Hijo de Dios; quiero decir que cuando tengáis que actuar os hagáis esta reflexión: «¿Esto es conforme a las enseñanzas del Hijo de Dios?» Si veis que sí, deciros: «Sea en buena hora, hagámoslo»; si por el contrario os decís: «No haré nada con ello», dejadlo. Además, cuando se trate de hacer cualquier obra buena, decid al Hijo de Dios: «Señor, si estuvierais en mi lugar, ¿cómo obraríais en esta ocasión? ¿cómo instruiríais a este pueblo? ¿cómo le consolaríais a este enfermo de espíritu o del cuerpo?»...Busquemos la manera de obra a fin de que Jesucristo reine en nosotrosSan Vicente de Paúl (1581-1660), presbítero, fundador de comunidades religiosas
Conversaciones; aviso a A. Durand, 1656
Carta a los Hebreos 10,19-25.
Por lo tanto, hermanos, tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la sangre de Jesús,
siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne.
También tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios.
Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados interiormente de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura.
Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel.
Velemos los unos por los otros, para estimularnos en el amor y en las buenas obras.
No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el Día.
Salmo 24(23),1-2.3-4.5-6.
Salmo de David. Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes,
porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente:
él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su Salvador.
Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.
Evangelio según San Marcos 4,21-25.
Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero?
Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse.
¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!".
Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía.
Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene". 


San Ignacio de Antioquia (?- hacia 110), obispo y mártir
Carta a los Efesios, § 13-15


«Si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz»

     Procurad reuniros con más frecuencia para celebrar la acción de gracias y la alabanza divina. Cuando os reunís con frecuencia en un mismo lugar, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de vuestra fe le impide causaros mal alguno. ¿Hay algo mejor que la paz para poner fin a toda discordia en el cielo y en la tierra?
     Nada de esto os es desconocido, si mantenéis de un modo perfecto, en Jesucristo, la fe y la caridad, que son el principio y el fin de la vida: el principio es la fe, el fin es la caridad. Cuando ambas virtudes van a la par, se identifican con el mismo Dios, y todo lo demás que contribuye al bien obrar se deriva de ellas. El que profesa la fe no peca, y el que posee la caridad no odia. «Por el fruto se conoce el árbol» (Mt 12,33); del mismo modo, los que hacen profesión de pertenecer a Cristo se distinguen por sus obras. Lo que nos interesa ahora, más que hacer una profesión de fe, es mantenernos firmes en esa fe hasta el fin.
     Es mejor callar y obrar que hablar y no obrar. Buena cosa es enseñar, si el que enseña también obra. Uno solo es el maestro (Mt 23,8), que «lo dijo y existió» (Sl 32,9): pero también es digno del Padre lo que enseñó sin palabras. El que posee la palabra de Jesús es capaz de entender lo que él enseñó sin palabras y llegar así a la perfección, obrando según lo que habla y dándose a conocer por lo que hace sin hablar. Nada hay escondido para el Señor, sino que aún nuestros secretos más íntimos no escapan a su presencia. Obremos, pues, siempre conscientes de que él habita en nosotros, para que seamos templos suyos y él sea nuestro Dios en nosotros.


Santo Tomás de Aquino


Santo Tomás de Aquino, el Doctor Angélico, es el patrono de los estudiantes. Nacido en Aquino de noble familia, estudió en Montecasino y en Nápoles, donde se hizo fraile dominico. Esto no le hizo gracia a su madre, pues eran otros los planes de la altiva condesa, y lo encerró en el castillo. Allí sucedió la conocida escena. Una noche llevaron a una mujer a su habitación para seducirlo. Tomás venció como se vencen las tentaciones contra la pureza. Cogió rápidamente un tizón encendido y ahuyentó a la mujer. Pronto se durmió, y he aquí que dos ángeles le despertaron y le ciñeron un cordón incandescente. Ya no tuvo más tentaciones de impureza.-
No perdía el tiempo en la torre del castillo. Rezaba y leía los libros que le lograba pasar un fraile dominico. Un día con una estratagema le ayudó a evadirse. Poco después Tomás estudiaba en Colonia y en París, como discípulo de San Alberto Magno. Fue un alumno modelo. Embebido en los estudios, no participaba en recreos ni discusiones. Por ello lo llamaban «el buey mudo». Sí, dijo su maestro, pero sus mugidos resonarán en todo el mundo.
Tomás era el primero en cumplir los consejos que un día daría a un estudiante: No entres de golpe en el mar, sino vete a él por los ríos, pues a lo difícil se ha de llegar por lo fácil. Sé tardo para hablar. Ama la celda. Evita la excesiva familiaridad, que distrae del estudio. Aclara las dudas. Cultiva la memoria. No te metas en asuntos ajenos no pierdas tiempo.-
El Papa le ofreció el arzobispado de Nápoles. Pero era otra la misión de Tomás. Se la mostró un día su maestro: la doctrina cristiana estaba en peligro de contaminarse con el aristotelismo averroísta, importado de España. Era preciso absorberlo, asimilarlo, cristianizarlo. Era la gran hazaña a que estaba llamado Tomás, y que realizaría soberanamente.-
San Alberto traspasó la cátedra de París a Tomás. Empezó comentando a Pedro Lombardo, el Maestro de las Sentencias, y asombró a todos por su claridad y profundidad. Sus comentarios sobre Aristóteles, su atrevimiento al «bautizarlo», le atrajo la envidia y enemistad de muchos profesores. Fue una lucha encarnizada, acosado por agustinianos y averroístas. Su método quedó consagrado al canonizarle el Papa Juan XXII el año 1324.
Tomás enseñaba, predicaba y escribía. Obras principales: Sobre la Verdad, Suma contra gentiles, comentarios al Cantar de los Cantares. Su obra maestra es la Suma Teológica, síntesis que recoge todo su pensamiento. Armoniza el caudal filosófico y religioso griego y cristiano, conciliación audaz y lograda, una de las mayores hazañas del pensamiento humano.-
Su vida de oración era profunda. Nunca se entregaba al estudio sino después de la oración, afirma su amigo fray Reginaldo. Sus escritos sobre el Santísimo Sacramento y sus sermones nos hacen dudar si predominaba en él el teólogo o el místico. Derramaba muchas lágrimas en la Misa y caía frecuentemente en éxtasis. Una vez oyó del Señor: «Bien has escrito de mí, Tomás. ¿Qué recompensa quieres? - Ninguna, sino a Ti, Señor», respondió.
Un día tuvo una «visión» celebrando Misa. Estaba por entonces escribiendo en la Suma sobre los Sacramentos, y ya no escribió más. «No puedo más, repetía cuando le insistían a que acabase. Lo que he escrito, comparado con lo que he visto, me parece ahora como el heno. No insistáis, no puedo más»
Invitado por el Papa Gregorio X, se dirigió al concilio de Lyon. Se sintió enfermó en el camino. Le acogieron en el monasterio de Fossanova. Herido en la «visión» parcial, el 7 de marzo marchó a la visión plena. Otros Santos de hoy: Tirso, Julián, Juan, Santiago.
San Tomás de Aquino
Señor Dios nuestro, que hiciste admirable a Santo Tomás de Aquino por su sed de santidad y por su amor a la ciencia sagrada, te pedimos que nos su luz para entender sus enseñanzas y fuerza para imitar su vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu HijoCarta a los Hebreos 10,11-18.

Cada sacerdote se presenta diariamente para cumplir su ministerio y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios, que son totalmente ineficaces para quitar el pecado.
Cristo, en cambio, después de haber ofrecido por los pecados un único Sacrificio, se sentó para siempre a la derecha de Dios,
donde espera que sus enemigos sean puestos debajo de sus pies.
Y así, mediante una sola oblación, él ha perfeccionado para siempre a los que santifica.
El Espíritu Santo atestigua todo esto, porque después de haber anunciado:
Esta es la Alianza que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Yo pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su conciencia,
y no me acordaré más de sus pecados ni de sus iniquidades.
Y si los pecados están perdonados, ya no hay necesidad de ofrecer por ellos ninguna oblación.
Salmo 110,1.2.3.4.
De David. Salmo. Dijo el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, mientras yo pongo a tus enemigos como estrado de tus pies".
El Señor extenderá el poder de tu cetro: "¡Domina desde Sión, en medio de tus enemigos!".
"Tú eres príncipe desde tu nacimiento, con esplendor de santidad; yo mismo te engendré como rocío, desde el seno de la aurora".
El Señor lo ha jurado y no se retractará: "Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec".
Evangelio según San Marcos 4,1-20.
Jesús comenzó a enseñar de nuevo a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca dentro del mar, y sentarse en ella. Mientras tanto, la multitud estaba en la orilla.
El les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y esto era lo que les enseñaba:
"¡Escuchen! El sembrador salió a sembrar.
Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros y se la comieron.
Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida porque la tierra era poco profunda;
pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó.
Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio fruto.
Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por uno".
Y decía: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!".
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban por el sentido de las parábolas.
Y Jesús les decía: "A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola,
a fin de que miren y no vean, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan y alcancen el perdón".
Jesús les dijo: "¿No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán entonces todas las demás?
El sembrador siembra la Palabra.
Los que están al borde del camino, son aquellos en quienes se siembra la Palabra; pero, apenas la escuchan, viene Satanás y se lleva la semilla sembrada en ellos.
Igualmente, los que reciben la semilla en terreno rocoso son los que, al escuchar la Palabra, la acogen en seguida con alegría;
pero no tienen raíces, sino que son inconstantes y, en cuanto sobreviene la tribulación o la persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumben.
Hay otros que reciben la semilla entre espinas: son los que han escuchado la Palabra,
pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y los demás deseos penetran en ellos y ahogan la Palabra, y esta resulta infructuosa.
Y los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la Palabra, la aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno". 


Beato Guerrico de Igny (hacia 1080-1157), abad cisterciense
5º Sermón para la Navidad
                                      «Los otros son los que escuchan la Palabra, la aceptan y dan fruto»


     ¡Con toda certeza, no hay «una palabra segura y que merece ser acogida sin reservas» (1Tes 1,15) si no es tu Palabra todopoderosa, Señor! Cuando un sosegado silencio todo lo envolvía          y la noche se encontraba en la mitad de su carrera, tu Palabra omnipotente saltó desde las estancias del Padre (Sab 18,14s) hasta un pesebre para animales, que de momento nos habla mejor a través de su silencio. «El que tenga oídos para oír, que oiga» lo que nos dice este santo y misterioso silencio del Verbo eterno...
     ¿Acaso hay algo que inculque la regla del silencio con tanto peso y autoridad, nada que reprima el inquieto mal de la lengua y las tempestades de la palabra..., que la silenciosa Palabra de Dios entre los hombres? «No ha llegado la palabra a mi lengua» (Sl 138,4) parece proclamar la Palabra todopoderosa cuando se somete a su madre. Y nosotros ¿con qué insensatez decimos: «La lengua es nuestra fuerza, nuestros labios nos defienden, quién será nuestro amo? (Sl 11,5). ¡Qué dulce sería para mí poder guardar silencio, desaparecer y callarme, incluso para el bien, a fin de poder poner mayor atención, estar más recogido, y poder escuchar las palabras y el significado sagrado de este divino silencio! ¡Cuán bueno sería para mí entrar en la escuela del Verbo la misma cantidad de tiempo que el mismo Verbo ha guardado silencio en la escuela de su madre...!
     «El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (Jn 1,14). Pongamos, hermanos, toda nuestra devoción en meditar a Cristo envuelto en los pañales con que su madre le cubrió, a fin de ver en el gozo eterno del Reino, la gloria y la belleza con la que su Padre le habrá revestido.


Beato Guerrico de Igny (hacia 1080-1157), abad cisterciense
2º Sermón para la Natividad de María, § 3-


«Estos son mi madre y mis hermanos»

     El Evangelio nos enseña el rostro más bello de Cristo: su vida y la enseñanza que nos ha dado a través de su palabra y de su propio ejemplo. Conocer a Cristo bajo esta forma es lo que constituye, en la vida presente, la piedad de los cristianos... Por eso Pablo, sabiendo que «la carne no sirve para nada sin el Espíritu que la vivifica» (Jn 6,63), no quiere ya conocer a Cristo según la carne (2C 5,16) sino sólo vivir para aquel que es Espíritu vivificante (1C 15,45).
 Ahora bien, parece que María comparte este mismo sentimiento cuando, deseando hacer penetrar en los corazones de todos al Amado nacido de su seno, al Amado de sus deseos, le describe no según la carne sino según el Espíritu. Parece que, con Pablo, quiere decir: «Si alguna vez juzgamos a Cristo según tales criterios, ahora ya no» (2C 5,16). Efectivamente, desea ella también formar a su Hijo único en todos sus hijos de adopción. Por eso, aunque hayan ya sido engendrados a través de la palabra de la verdad (St. 1,18), María sigue igualmente engendrándolos cada día a través de los deseos y la solicitud de su ternura maternal, hasta que alcancen «el estado del Hombre perfecto, a la medida de la plenitud» de su Hijo (Ef 4,13), ella que una vez por todas lo engendró y dio a luz...
     De esta manera nos hace el elogio del fruto de su seno: «Yo soy la madre del bello amor, del temor y del conocimiento, la madre de la santa esperanza» (Sir 24,24 Vulg). -¿Es pues éste tu Hijo, Virgen de las vírgenes? ¿Es éste tu Amado, oh tú, la más bella de las mujeres? (Ct 5,9). – Sí, ciertamente, así es mi Amado, es mi hijo, oh hijas de Jerusalén (v 16). Mi Amado es él mismo el bello amor, y en el que nace de él mi Amado es el bello amor, el temor, la esperanza y el conocimiento».  


Santos Timoteo y Tito


San Tito Obispo y discípulo de San Pablo La figura de Tito es inseparable de Pablo.


Tito es menos afectivo que Timoteo, pero más enérgico, más fuerte en las contradicciones. Pablo lo llama su ayuda preciosa, su hijo querido, su amadísimo hermano.    Se habían conocido en Antioquía. Pablo lo asocia a su apostolado y se lo lleva al concilio de Jerusalén. Era un caso delicado, pues Tito venía de la gentilidad, y los más rigoristas exigían que fuera circuncidado, para ser admitido a los ágapes. Después de muchas discusiones, la tesis de Pablo venció. Para ser discípulo de Jesús no era necesario circuncidarse.  


  Tito acompaña a Pablo en el tercer viaje: Asia Menor, Macedonia, Acaya, Jerusalén. Cuando el cisma surgió en Corinto, Pablo envía a Tito a solucionar el conflicto, y a la vez le encarga una colecta en Acaya y Macedonia para la Iglesia madre de Jerusalén. Corinto ardía en discusiones. El celo y habilidad de Tito logró la pacificación de la comunidad de Corinto. Después Pablo lo consagra obispo y le recomienda poner orden en la difícil situación por la que pasa la comunidad de Creta.      


Todo estaba allí muy confuso. Epiménides, cretense, pintaba con duros trazos a sus compatriotas: "Son mentirosos empedernidos, malas bestias, vientres perezosos". Tito había de poner en juego toda su habilidad para separar el trigo de la paja, pues muchos se habían hecho cristianos con torcidas intenciones.    San Pablo escribe una Carta a Tito, y le recomienda que proceda con autoridad frente a los indisciplinados, y con mucha vigilancia en lo que se refiere "a cuestiones necias, genealogías, altercados y vanas disputas sobre la Ley". "Habla con imperio y que nadie te desprecie". Otra vez el celo apostólico de Tito triunfó como antes en Corinto. Tito supo ganarse el cariño de los cretenses y a ellos se entregó hasta el fin de su vida.  


 Fue dirigida hacia el año 65. Tito era nacido de padres paganos, era “hijo querido según la fe”, lo que quiere decir que el Apóstol mismo lo hubiera ganado para Cristo. La situación religiosa en la isla era muy triste: los cretenses se entregaban a muchos vicios, eran mentirosos, perezosos, inmorales; sin hablar de los herejes que allí se habían infiltrado. Por lo cual San Pablo escribe aquí otra de sus Epístola llamadas pastorales, para consolar a u hijo en la fe, dándole a la vez instrucciones para el ejercicio del ministerio episcopal. Según la piedad: vemos aquí una vez más como el Apóstol relaciona íntimamente, desde el principio, la piedad con el exacto conocimiento de la verdad, porque una cosa depende de la otra    


SAN TIMOTEO, Obispo  Es emocionante leer los Hechos de los Apóstoles y ver cómo el mensaje de Jesucristo se difundía de casa en casa, de ciudad en ciudad. Veían la transformación que se obraba en los corazones, y cada día crecía el número de creyentes. "Incluso muchos sacerdotes se convertían a la fe".   El principal instrumento del Espíritu era San Pablo. Y con él sus colaboradores. Sobre todo, Timoteo y Tito. Habían arrojado a Pablo de Iconio. Entonces se dirige a Listra y se encuentra con una familia judía acogedora: Eunice, su madre Loida y su hijo Timoteo. Los tres se bautizan.    


  Después recordará Pablo a Timoteo "la fe sincera de su madre y abuela". La semilla ha caído en tierra buena, y cuando luego vuelve Pablo, contempla la gran labor que ha realizado Timoteo. Lo asocia a su ministerio, le impone las manos, y desde entonces le acompaña siempre como su más fiel colaborador. Se complementaban bien. Pablo, ardiente y audaz. Timoteo, tímido y precavido, pero dócil y fiel.    Juntos acometerán grandes empresas. Timoteo acompaña siempre a Pablo en sus viajes apostólicos por Asia y Grecia. Es su enfermero, su secretario y confidente y el báculo de su ancianidad. "No hay hombre que esté tan unido a mí de corazón y de espíritu". Cuando Pablo sale perseguido de Filipos, encomienda la tarea a Timoteo.    


  Pablo, preso en Roma, presiente su fin ya cercano. Consagra obispo a Timoteo y lo envía a Efeso. Le escribe dos Cartas, la última desde Roma, cuando Timoteo está ya en Efeso. Es el testamento apostólico de Pablo, un verdadero código del ministerio pastoral. Carta valiente y a la vez dolorida. Se despide y le da consejos de prudencia y valentía. Los Hechos no vuelven a hablar de Timoteo. En Efeso siguió, según Eusebio, fiel a su misión.  


  La Carta de San Pablo a los Efesios, es un insondable abismo de misterios divinos que hemos de conocer, porque nos revela el plan de Dios sobre nuestro destino, e influyen de un modo decisivo sobre nuestra vida espiritual, situándonos en la verdadera posición, infinitamente feliz, que nos corresponde gracias a la redención de Jesucristo. Frente a tales misterios dice el Cardenal Newman, “ la conducta de la mayoría de los católicos dista muy poco de la que tendrían si creyeran que el cristianismo era una fábula “.


  Efeso, capital de Asia Menor, dónde más tarde tuvo su sede el Apóstol San Juan, es la ciudad en la que San Pablo, en su tercer viaje apostólico, predicó el Evangelio durante casi tres años. La carta, escrita en Roma durante el primer cautiverio ( 61-63), se dirige tal vez no solo a los Efesios sino también a las demás Iglesias, lo que se deduce por la ausencia de noticias personales y por la falta de las palabras “en Efesos” v.1, en los manuscritos más antiguo. Algunos han pensado que podría ser esta la enviada a Laodicea según Col. 4,16


oremos


Señor Dios nuestro, que concediste a los santos Timoteo y Tito vivir de manera semejante a los apóstoles, haz que, ayudados por su intercesión, vivamos en éste mundo justa y piadosamente y alcancemos después tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Santa Paula ,   Santos Timoteo y Tito

Carta a los Hebreos 9,15.24-28.
Por eso, Cristo es mediador de una Nueva Alianza entre Dios y los hombres, a fin de que, habiendo muerto para redención de los pecados cometidos en la primera Alianza, los que son llamados reciban la herencia eterna que ha sido prometida.
Cristo, en efecto, no entró en un Santuario erigido por manos humanas -simple figura del auténtico Santuario- sino en el cielo, para presentarse delante de Dios en favor nuestro.
Y no entró para ofrecerse así mismo muchas veces, como lo hace el Sumo Sacerdote que penetra cada año en el Santuario con una sangre que no es la suya.
Porque en ese caso, hubiera tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. En cambio, ahora él se ha manifestado una sola vez, en la consumación de los tiempos, para abolir el pecado por medio de su Sacrificio.
Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio,
así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, aparecerá por segunda vez, ya no en relación con el pecado, sino para salvar a los que lo esperan.
Salmo 96(95),1-6.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.
Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.
Los dioses de los pueblos no son más que apariencia, pero el Señor hizo el cielo;
en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario, poder y hermosura.
Evangelio según San Marcos 3,22-30.
Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: "Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios".
Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás?
Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir.
Y una familia dividida tampoco puede subsistir.
Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin.
Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.
Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran.
Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre".
Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu impuro".


25 Enero


La conversión de San Pablo

La conversión de San Pablo es uno de los mayores acontecimientos del siglo apostólico. Así lo proclama la Iglesia al dedicar un día del ciclo litúrgico a la conmemoración de tan singular efemérides. "Era, la muerte repentina, trágica, del judío, y el nacimiento esplendoroso, fulgurante, del cristiano y del apóstol". San Jerónimo lo comentaba así: "El mundo no verá jamás otro hombre de la talla de San Pablo".
Saulo, nacido en Tarso, hebreo, fariseo rigorista, bien formado a los pies de Gamaliel, muy apasionado, ya había tomado parte en la lapidación del diácono Esteban, guardando los vestidos de los verdugos "para tirar piedras con las manos de todos", como interpreta agudamente San Agustín.
De espíritu violento, se adiestraba como buen cazador para cazar su presa. Con ardor indomable perseguía a los discípulos de Jesús. Pero Saulo cree perseguir, y es él el perseguido. Thompson, en El mastín del cielo, nos presenta a Dios como infatigable cazador de almas. Y cazará a Saulo.
"Cuando Jesús se evade del grupo de sus discípulos, dice Mauriac, sube al cielo y se disuelve en la luz, no se trata de una partida definitiva. Ya se ha emboscado en el recodo del camino que va de Jerusalén a Damasco, y acecha a Saulo, su perseguidor bienamado. A partir de entonces, en el destino de todo hombre existirá ese mismo Dios al acecho".
Mientras Saulo iba a Damasco en persecución de los discípulos de Jesús, una voz le envolvió, cayó en tierra y oyó la voz de Jesús: Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Saulo preguntó: ¿Quién eres tú, Señor? Jesús le respondió: Yo soy Jesús a quien tú persigues. ¿Y qué debo hacer, Señor?
Pocas veces un diálogo tan breve ha transformado tanto la vida de una persona. Cuando Saulo se levantó estaba ciego, pero en su alma brillaba ya la luz de Cristo. "El vaso de ignominia se había convertido en vaso de elección", el perseguidor en apóstol, el Apóstol por antonomasia.
Desde ahora "el camino de Damasco, la caída del caballo", quedará como símbolo de toda conversión. Quizá nunca un suceso humano tuvo resultados tan fulgurantes. Quedaba el hombre con sus arrebatos, impetuoso y rápido, pero sus ideales estaban en el polo opuesto al de antes de su conversión.  En adelante únicamente Cristo será el centro de su vida.
La caída del caballo representa para Pablo un auténtico punto sin retorno. "Todo lo que para mí era ganancia, lo tengo por pérdida comparado con Cristo. Todo lo tengo por basura con tal de ganar a Cristo. Sólo una cosa me interesa: olvidando lo que queda atrás y lanzándome a lo que está delante, corro hacia la meta, hacia el galardón de Dios, en Cristo Jesús". Pablo es llamado "el Primero después del único".
La vocación de Pablo es un caso singular. Es un llamamiento personal de Cristo. Pero no quita valor al seguimiento de Pablo. En el Evangelio hay otros llamamientos personales del Señor, como el del joven rico y el de Judas Iscariote, que no le siguieron o no perseveraron. "Dios es un gran cazador y quiere tener por presa a los más fuertes" (Holzner). Pablo se rindió: "He sido cazado por Cristo Jesús". Pero pudo haberse rebelado.
Normalmente los llamamientos del Señor son mucho más sencillos, menos espectaculares. No suelen llegar en medio del huracán y la tormenta, sino sostenidos por la suave brisa, por el aura tenue de los acontecimientos ordinarios de la vida, Todos tenemos nuestro camino de Damasco. A cada uno nos acecha el Señor en el recodo más inesperado del camino.


 domingo 25 Enero 2009
oremos


Himno
Con presunción de bélico soldado,
galán sale feroz, Pablo, atrevido,
que, si ahora en la cuenta no ha caído,
caerá muy presto del primer estado.-
¿ adónde, Pablo, de soberbio armado,
para quedar con una voz vencido?.
Seguid las letras, ¿ dónde vais perdido?,
que habéis de ser doctor del mayor grado.-
Aunque valor vuestra persona encierra,
no es bien que nadie contra Dios presuma:
que dará con los ojos por la tierra.-
La Iglesia espera vuestra docta suma:
mirad que no sois vos para la guerra,
dejad las armas y tomad la pluma.
Amén


Señor Dios, que has iluminado al mundo entero, con la palabra del apóstol San Pablo, haz que quienes recordamos hoy su conversión, imitando sus ejemplos, anunciemos el Evangelio al mundo y seamos así testigo de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.-
Conversión de San Pablo
Libro de Jonás 3,1-5.10.
La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos:
"Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré".
Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla.
Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó durante todo un día, proclamando: "Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño.
Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió.
Salmo 25(24),4-5.6-7.8-9.
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador, y yo espero en ti todo el día.
Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos.
No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud: Por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.
El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados;
él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.
Carta I de San Pablo a los Corintios 7,29-31.
Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran;
los que lloran, como si no lloraran; lo que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran nada;
los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.


Evangelio según San Marcos 1,14-20.
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo:
"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".
Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores.
Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó,
y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.




Santa Teresa-Benedicta de la Cruz [Edith Stein] (1891-1942), carmelita descalza, mártir y co-patrona de Europa
Para la primera profesión de la Hermanan Miriam de santa Teresita


«Dejando a su padre en la barca..., se marcharon con él»

     Quien se deja conducir como un niño por el camino de la obediencia, alcanzará el Reino de los Cielos prometido a los que se hacen como ellos (Mt 19,4). La obediencia condujo a la mujer de estirpe real, desde la casa de David a la humilde casita del pobre carpintero de Nazaret. El mismo condujo a las dos personas más santas  fuera del seguro cercado de este modesto hogar, para llevarles por caminos campestres, y en el establo de Belén colocó al Hijo de Dios en un pesebre.
     En pobreza elegida libremente, el Salvador y su Madre recorrieron los caminos de Judea y Galilea, viviendo de las limosnas de los creyentes. Desnudo y sin nada colgaba el Señor en la cruz, y dejó el cuidado de su Madre en manos del discípulo amado (Jn 19,25s).
     Por eso Él exige la pobreza a los que quieren seguirlo. El corazón del hombre tiene que estar libre de toda atadura a los bienes terrenales, de la preocupación por ellos, de su dependencia y de las ansias de poseerlos si quiere pertenecer totalmente al divino Esposo.